lunes, 7 de abril de 2014

Mis Cinco Grandes Amores


Muchas veces me he puesto a pensar ¿Qué es lo que puede hacer que las personas podamos vivir mucho más felices y sobre todo sabiendo que vivimos de forma relevante? Casi siempre observé muchas  personas a mi alrededor o personas que admiro, con buenas costumbres que aplican en su diario vivir y siempre anhelé trabajar por  encontrar las razones fundamentales por las cuales pueda vivir de manera intensa y rebosante de felicidad. Al inicio de mi juventud no fue tan fácil descubrirlo, pero  finalmente  llegué a un pleno descubrimiento en mi vida personal, que realmente me hizo sentir favorecido por Dios al haber podido otorgarme cinco  grandes amores, cinco grandes y poderosas razones por la cual puedo vivir de manera feliz y trascendente.
Mis cinco Grandes Amores son: Dios, Mi esposa, Mis hijos, Mi vocación de servicio, Mi Iglesia.
Estos cinco amores son mis razones fundamentales por las cuales vivo. Cada día que ha pasado desde que los descubrí, mi vida se ha hecho muchos más productiva, saber que puedo dirigir mis fuerzas a estos cinco grandes amores, hace que pueda vivir enfocado de manera constante solo en ellos.
Cada persona debería descubrir las razones fundamentales por las cuales deba vivir, entregar su vida. Enfocarse en cosas fundamentales hará que cada persona no solo pueda vivir feliz, sino que podrá hacer historia en cada segundo de su vida.
 
Es fácil encontrar día a día personas agotadas físicamente, mentalmente y aun viviendo y haciendo casi de forma obligada. Esto realmente es triste, ya que las personas que viven de esta forma, no solo se auto eliminan día a día, sino que cada área y cada persona alrededor de ellos sucumbe en la más oscura soledad y descuido. En varias ocasiones he tratado de ayudar a muchas personas, pero me ha sido imposible, ya que he descubierto que no están dispuesto a  amar, porque sencillamente no desean tomar a Dios como la fuente de amor en su vida, sin tal ingrediente, es y será imposible que alguien pueda tener la capacidad de poder amar o edificar una vida donde pueda descubrir las razones por la cual vivir y luchar día a día. También debo mencionar a aquellas personas que intentan salir adelante, pero lamentablemente solo lo hacen movidos por un fuerte sentimiento que los confunde y que muchas veces lo llaman amor, pero que sin embargo al encontrase lejos de Dios, jamás podrá llamársele amor, sabiendo que sin la presencia de Él en nuestra vida no existirá tal amor, ni mucho menos estaremos capacitados para amar. No me pongo por encima de nadie, pero si hay algo que puedo dejar por sentado es que cada ser humano debería buscar a Dios como el Señor de su vida, que es  la fuente de amor en su vida y luego buscar identificar cuáles son esos verdaderos amores por los cuales deba vivir y sacrificarse día a día. Además lograr desarrollar y experimentar esa clase de vida que solo Dios sabe darnos.
 
Cuán bienaventurado es el hombre que teme al Señor, que mucho se deleita en sus mandamientos.
Poderosa en la tierra será su descendencia; la generación de los rectos será bendita. Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre. Luz resplandece en las tinieblas para el que es recto; Él es clemente, compasivo y justo. Porque nunca será sacudido; para siempre será recordado el justo. No temerá recibir malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor. Su corazón está seguro, no temerá. Salmo 112