Hay Momentos en mi vida que he
deseado ser mejor hijo, cuando recuerdo todo lo que mis padres me han dado y
ofrecido, pienso y siento que no he hecho nada significante o trascendente para
ellos.
Hay momentos en mi vida que he
deseado ser mejor amigo, cuando recuerdo todos los momentos que he compartido
con mucho de ellos, las risas, las aventuras y todo lo que ellos me han podido
ofrecer de manera desinteresada, pienso que aun he hecho poco por ellos.
Hay momentos en mi vida que he
deseado ser mejor esposo, cuando miro que aún no he podido llevar a disfrutar a
mi esposa de lo hermosa y agradable que es la vida, siento que he trabajo muy
poco y fracasado mucho.
Hay momentos que he deseado ser
mejor padre, cuando miro mis hijos crecer y experimentar la vida cada día. Es cuando
recuerdo que he ofrecido poco en comparación a todo lo grande y majestuoso que
es la vida.
Hay momentos que he deseado ser
un mejor hermano para mis siete hermanos, cuando recuerdo cada momento de vida,
risa, lagrimas, sueños que hemos compartido juntos siento que aun debo seguir
anhelando disfrutar más tiempo con ellos.
Hay momentos que he deseado ser
mejor cristiano, cuando recuerdo mis días de niñez y juventud en mi iglesia, traigo a mi mente a cada persona que creció a
mi lado, mis maestros, mis pastores todos ellos, veo que pude haberlos alegrado
más a través de cada sueño que muchos de ellos pusieron en mí.
Hay momentos que he deseado ser
mejor en todo, cuando traigo a mi memoria cada experiencia adquirida en las
diferentes áreas de mi vida, logro comprender que aun debo seguir trabajando
cada día más por llegar a ser esa persona que Dios, mi esposa, mis hijos, mis padres, mis hermanos
en la iglesia y todos aquellos que me han llegado a conocer vean que soy la
persona adecuada para estar al lado de ellos.
Hay momentos como este que todos
debemos pensar cuanto estamos aprovechando todo lo que Dios no ha dado y buscar
seguir trabajando de manera incansable hasta lograr edificar nuestras vidas de manera
balanceada, sobre todo en la felicidad que Dios nos ofrece. Y tú ¿Qué piensas
en es tus momentos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario