La gran mayoría de nosotros al
ver ciertas imágenes en nuestras vidas, sean del presente o pasado, siempre pueden
hacernos brotar diferentes emociones en
cada uno de nosotros, ya sea de alegría o de tristeza. Muchas de las imágenes
que solemos recordar o tratar de inmortalizar en nuestra vida, casi siempre son
las que marcaron nuestra vida con mucha alegría o gratos recuerdos.
Pero debemos reconocer que casi
siempre tratamos de enfocarnos en ciertas imágenes para motivarnos o tratar de
desafiarnos y seguir adelante en la carrera que tenemos por delante. Pero esto
puede ser muy decepcionante para cualquiera de nosotros, si fijamos nuestro
enfoque en la imagen de una persona, alguna situación grata o desagradable, nuestra
vida siempre tendrá un tope o limite.
Al revisar las escrituras
encontraremos una gran recomendación para todos aquellos que siempre anhelamos
tener una imagen que nos motive, que nos lleve a la cúspide de nuestras
pasiones por el servicio a Dios o que nos encumbre hacia lo más alto de
nuestros sueños y anhelos. Cuando miramos el libro de Hebreos el capítulo 12:2,
podemos ver la recomendación de Dios para cada uno de nosotros en relación a
mantenernos enfocados en una sola imagen, la de Jesucristo.
Puesto los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, Hebreos 12:2
Si usted de aquellas personas que esta esperando una imagen que pueda motivarlo a enfrentar el día a día, que pueda hacerlo soñar con cosas imposibles en su vida, con esos anhelos profundos de sus corazón que parecen inalcanzables, no olvide que la mejor imagen en la que debemos enfocarnos es, en la de Jesucristo nuestro Señor y Salvador, no se enfoque más en la imágenes equivocadas que sus emociones puedan traer a su mente, que mayor privilegio que la imagen de Jesucristo en nuestras vidas el autor y consumador de todo, Él que inicia y termina todo.
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