Muchas veces he pensado que soy
dueño de mi vida, han habido muchas ocasiones en la que he vivido a mi manera,
he tratado de resolver mis asuntos en mi propia forma de pensar, pero cada día que
pasa doy gracias a Dios por haberme elegido para sus propósitos, por haberme
trazado un camino, una voluntad, un propósito, una vida.
Primer día del año 2014, todos
celebran, todos descansan, todos visitan a otros familiares, mi deseo, descansar
y no procurar salir. Pero una hermana miembro de nuestra iglesia sufrió un
accidente y debemos dejar todo cansancio atrás e ir a visitarla, ella necesita
vernos y nosotros también, debemos mostrar cuanto la amamos, cuan valiosa es
para nosotros, para la iglesia.
Nuestra estadía es grata,
finalmente podemos ver que ha sufrido el dolor de una prueba, su carácter es
estable, muy animada, compartimos, reímos y oramos. Decidimos retirarnos,
nuestros hijos esperan con desespero nuestro regreso, pero felices de haber
compartido un breve tiempo con nuestra familia, los miembros de nuestra
iglesia.
Con malestar de gripe de regreso
a casa, dolor de cabeza, sensación de resfrío, me obliga a entrar a una farmacia. Mi único objetivo, algún
medicamento que me quite todos estos malestares de gripe. La persona que me
atiende en la farmacia sale de manera rauda a atenderme, me dice sí, tengo lo
que me pide es su respuesta, toma mi mano me pide que la ayude, me dice que ha
tomado la decisión de matar a sus hijas
y suicidarse. Cansada de tanto maltrato por su conyugue, harta de ya no
encontrar solución, Debes ayudarme es su pedido para mí. Salí rápidamente para pedir a mi esposa que me acompañe a orar por esta mujer. Ella acepto
a Cristo, hizo su oración para acercarse a Dios. Me siento más tranquilo su decisión
de quitarse la vida y la de sus hijas se ha ido.
Gracias Dios que siempre es mejor
estar donde quieres que estemos, no siempre es fácil. Ayúdanos a ser las personas
que esperas de nosotros y también a estar donde quieres que estemos.
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