Hace once años, un día como hoy nuestras vidas se unían para poder iniciar la aventura más maravillosa que Dios ha podido regalarnos, querida esposa, en este día de gran importancia y trascendencia para nosotros y nuestra familia no solo quiero decirte gracias por tu sabiduría, compañía, dedicación y mucha comprensión para mi, sino además deseo que sigamos trabajando y edificando juntos ese paraíso para nosotros y nuestros hijos, te amo, Dios te bendiga y me bendiga y me llene de sus bendiciones para continuar haciéndote feliz a ti y a mis hijos.
Entonces su descendencia será conocida entre las naciones, y sus vástagos en medio de los pueblos; todos los que los vean los reconocerán, porque son la simiente que el Señor ha bendecido. Isaías 61:9
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